La diversidad genética es crucial para la salud y la supervivencia de las abejas. Las poblaciones de abejas con alta diversidad genética son más resistentes a enfermedades y cambios ambientales. Los programas de cría selectiva y la conservación de abejas nativas son estrategias clave para mantener esta diversidad. Además, la investigación en genética de abejas está ayudando a identificar y preservar rasgos beneficiosos que pueden mejorar la resiliencia de las colmenas.